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My French Film Festival 2020 / crítica

  • Foto del escritor: Casa Negra
    Casa Negra
  • 19 ene 2020
  • 4 Min. de lectura

Tres cortos del MyFFF 2020. Por Jetsael Villegas.


My French Film Festival (MyFFF) es un festival de cine francés contemporáneo online completamente gratuito. Desde su primera edición, en 2010, los organizadores han elegido películas —entre cortos y largometrajes— de directores emergentes o consolidados destacados por sus propuestas estilísticas y narrativas. Además, dentro de la programación también hay funciones especiales conformadas por trabajos fílmicos canadienses, así como por obras actualmente consideradas clásicas dentro de la cinematografía francesa. Por si fuera poco, en 2018 abrió sus puertas para trabajos audiovisuales creados a través de las “nuevas tecnologías” (video 360, realidad virtual y webcomics), cuestionando así lo que entendemos como “cine”.


Personalmente, la selección de cortometrajes es la que más disfruto porque estos abarcan un amplio espectro en cuanto a temas, estilos y calidades. Ver cada uno de ellos es un juego de azar donde no sabes si vas a llevarte el premio básico del corto bien escrito y dirigido pero poco propositivo o el premio gordo del corto disruptivo, antinarrativo, abstracto nada complaciente.


En los apuntes siguientes analizaré algunos de ellos para invitarlos a formar parte de la décima edición del festival —terminará el próximo 16 de febrero—, que pueden gozar desde la comodidad del hogar.


La historia de uno mismo: Distracción (2018) de Mathieu Mégemont



Joël es un periodista de nota roja cuyo trabajo lo lleva al campo para cubrir un accidente automovilístico. En el camino atropella a un perro y desencadena una serie de sucesos que lo llevarán a vivir (y sufrir) las historias de su autoría.


Aunque narrativamente sencilla, resulta simbólicamente ambigua porque su director, Mathieu Mégemont, no se detiene a explicar absolutamente nada y no necesita hacerlo. Un perro atropellado, dos cazadores, un metalero y dos niñas comportándose como perros acompañarán a Joël en este polisémico viaje circular.


Polisémico porque no tiene un sentido concreto, sino varios: la deshumanización del ser humano (Joël es obligado a comportarse como canino); el secuestro de infantes (las niñas están en cautiverio); el surgimiento en la periferia de las ciudades de comunidades hostiles hacia los forasteros, pero también hacia cualquier tipo de ayuda social proveniente del exterior porque ellos mismos se rigen bajo sus propia ley: la del sometimiento. Incluso Mégemont sugiere que estas microsociedades actúan cuales sectas realizando sacrificios humanos para su beneficio (el “comandante” es de los metaleros carapintadas más pesados). Pero la película es tan ambigua —lo es de forma premeditada— que difícilmente puede afirmarse su sentido último y definitivo. El poder de este filme esta en lo sugestivo.

El viaje polisémico circular termina con las mismas imágenes del comienzo, pero en planos y ángulos diferentes. Todo cambió: Joël ahora es parte del accidente que iba a cubrir.


El monólogo anti-nacionalista: El glorioso discurso de aceptación de Nicolas Chauvin (2018) de Benjamin Crotty



Durante un discurso de agradecimiento por un premio en honor a su carrera militar, Nicolas Chauvin —personaje surgido de la literatura y representación de todo el nacionalismo francés napoleónico— cuenta su vida a través de un monólogo. En el proceso, su realidad se ve perturbada por la revelación de su no existencia.


Ganador del premio Mantarraya en el Festival Internacional de Locarno de 2018, la peculiar exploración del nacionalismo Francés realizada por el director Benjamin Crotty está inteligentemente escrita. Se trata de una sátira política —deambulante entre el monólogo teatral y el stand up, muy mordaz y altamente entretenida.


De paso, la película hace referencias a varios acontecimientos actuales de Francia (desde el gobierno de Macron hasta el éxito mundial de Daft Punk) para exaltar los logros del país, pero burlándose al mismo tiempo de ellos para mostrar lo absurdo del nacionalismo radical que permea cada vez más en las naciones europeas.


El legado: La noche de las bolsas de plástico (2018) de Gabriel Harel


Tener un hijo es la obsesión de Agathe, quien está por cumplir 40 años. Su objetivo es simple: reconciliarse con su exnovio Marc-Antoine y persuadirlo a ser padre. Si embargo, el día en que se dispone a complir su misión, las bolsas de plástico cobran vida e invaden la ciudad.


El título de esta película animada hace referencia a La noche de los muertos vivientes de George A. Romero y con todo sentido; las bolsas atacan y devoran a los humanos cuales zombis en la penumbra y dirigen el futuro del mundo hacia un nuevo amanecer, consolidando así el legado del ser humano: un mundo infértil apto para criaturas inorgánicas ahora dominantes otrora desechadas.


Cual monstruo a su creador, las bolsas —representantes plenipotenciarias de la contaminación— consumen al humano hasta sus huesos y los convierten en los deshechos del nuevo mundo. El panorama es desolador, sin lugar para ninguna generación previa, actual o posterior.


El legado humano es anunciado con duda y incertidumbre que Gabriel Harel, el director, muestra en imágenes blanquinegras cuyos acentos de colores azul y rosa provienen de las imparables bolsas voraces.


El legado humano nace con Agathe, la última mujer de pie, emergiendo de las profundidades del mar con un embarazo a punto. Lo que surge de sus entrañas no es humano, sino el único ente capaz de habitar un mundo postapocalíptico: ser de piel plástica sublimado y ascendente, poco a poco perdido entre las nubes de penumbra.


El legado del humano, aunque lamentable, es bello para la última mujer de pie, la dadora de vida, la siempre madre protectora de sus hijos.


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Para ver estos cortometrajes y consultar toda la programación de MyFFF 2020 visita el sitio oficial: https://www.myfrenchfilmfestival.com/

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