El enigmático discurso fantasmagórico
- Casa Negra
- 18 abr 2019
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La vida tiene una gran cantidad de enigmas, los cuerpos que habitan la tierra son parte de este misterio y su existencia no se exime de las incógnitas que lleva al espíritu y a la razón a un constante cuestionamiento.
El cine ha sido testigo de tocar el tema de la espiritualidad desde diversas ópticas dependiendo de las atmósferas que han refugiado a los realizadores en su acervo, una obra que apela a la espiritualidad apegado al empirismo del realizador es el film “Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives” (2010) largometraje tailandés del realizador de Apichatpong Weerasethakul.
El film que se desarrolla en una comunidad rural de Tailandia lleva al curador a través de una historia de remembranzas íntimamente relacionado con el tema espiritual en donde esta cuestión arroja al curador mismo una serie de cuestionamientos sobre la vida, la existencia, la reencarnación, la muerte e incluso el tiempo.
Es necesario realizar algunos apuntes, previo a continuar diseccionando la obra del cineasta tailandés para efectos de ir generando elementos que coadyuven a ampliar la idea de dicho film.
La primera mención es una situación de como Weerasethakul filma y monta la obra, ya que es muy curioso que al estar contemplando la película es inevitable no recordar al cineasta mexicano Carlos Reygadas.
El uso de la cámara y los escenarios de Weerasethakul y Reygadas tienden a un estilo muy peculiar, que acentúan la intención de su arte.
Por otro lado, es importante mencionar que Weerasethakul se inspira en un texto escrito por un monje de nombre “Phra Sripariyattiweti” quien en dicho documento destaca como un hombre podía recordar cosas de sus vidas pasadas.
Esto da pauta al artista para partir de una idea e ir revelando sus puntos alrededor de este suceso.
Mas allá de tener conocimiento de que fue lo que inspiro al autor, lo cual es importante para aterrizar esta obra un tanto compleja, es necesario destacar que al abordar el tema de la espiritualidad dentro del cine es pertinente tener una referencia, por ejemplo un manifiesto, un libro e incluso otra película.
Ya que el tema, es oscuro, escabroso con tendencia macabra que; de nuevo, es pertinente tener una obra que sea el punto de partida, dentro de este enorme mundo del cine se mencionará a un cineasta como lo es Gaspar Noé quien con su obra Enter the Void (2009) y referenciada con el libro tibetano de los muertos da pauta a un lisérgico y exquisito viaje a través del espíritu de Oscar.
Así que, apelando a la metodología, a la postura de los maestros Apichatpong Weerasethakul y Gaspar Noé, para analizar la espiritualidad y su estrecho vinculo con la muerte y el viaje que puede representar esta misma. Se citará la obra “El libro de los Muertos” del escritor Samael Aun Woer.
Sobre todo, con el afán de encaminar el entendimiento apelando a la naturaleza del ser humano; categorizar. Y con el propósito de tratar de ir diseccionando el film Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives (2010).
A lo largo del film se percibe un cuestionamiento constante acerca de que pasa con los espíritus (alma) al desprenderse del cuerpo de los individuos en el plano terrenal. El escritor Aun Woer, menciona que los fantasmas de las personas viven en la quinta dimensión o también la llama la eternidad.
Sin embargo, para Weerasethakul los espíritus siguen perteneciendo al mismo espacio al que pertenecen los seres terrenales como lo es particularmente la tierra. Se menciona al mismo espacio, no al mismo tiempo. Ya que en un momento del film donde a Boonme, se le aparece su esposa occisa, esta acompañado de su cuñada y sobrino, en esta misma escena se hace mención de que el tiempo para los fantasmas no existe o bien es distinto a la medición.
Lo anterior es un tópico profundamente interesante, incita al espectador cuestionarse sobre la existencia del tiempo, claro; per se sabemos que el tiempo existe, pero refuerza que es una necesidad del ser humano, más allá de una concepción real de eso a lo que llamamos tiempo.
Siguiendo con el film y específicamente con esa escena que es exquisita y sublime donde Boonmee y a sus familiares se les aparece la difunta esposa, posteriormente hace su aparición el hijo desparecido de Boonmee, quien carece de la forma de animal intelectual, ese animal intelectual que Aun Woer dice ser el hombre normal.
Sin lugar a dudas, un momento crucial en la película ya que la genialidad de Weerasethakul, hace que el misterio y la complejidad de la imagen sea entendible, al generar un dialogo con mucha cadencia, concatenado y reforzando o forzando el discurso de la espiritual en este espacio.
Espacio donde según Weerasethakul, conviven individuos terrenales, espíritus y una clase de seres que se debaten entre bestias de ojos rojos y criaturas oscuras que fueron hombres con un olfato muy fino que identifica cuando la muerte esta rondando a las personas como cuervos a la carroña.
El film avanza nos reitera esta convivencia con fantasmas, la naturaleza y por supuesto el camino que los entes terrenales van labrando hacia su muerte.
Este camino de la muerte, Aun Woer dice que es el rayo de la muerte, citando textualmente lo siguiente: El rayo de la muerte reduce al llamado Hombre, así como una tonelada de flores puede reducirse a una simple gota de perfume esencial. (1)
Cabe mencionar que el filme como en otras obras de Weerasethakul se centra en temas fantasmagóricos que encamina a conocer parte de la idiosincrasia del país donde es originario el artista, así como de esta región asiática, donde en el arte, religión, filosofía sociedades, etc.
Creen en demasía en la vida después de la muerte, los procesos que se tienen que pasar para trascender de la existencia terrenal, las historias que se vuelven mitos y las heridas que aún están abiertas por sucesos de la historia contemporánea que dicta que las tradiciones están muriendo por el torbellino de las sociedades tan complejizadas que van acabando con todo, por ejemplo, la naturaleza, lo consuetudinario, lo íntimo incluso la vida.
El largometraje “El Tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas” (2010) del cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul, ganó la palma de oro del festival de Cannes. Esto nos podría hacer pensar y obviar su calidad, sin embargo; es un film que profundiza en lares de la mente que en pocas ocasiones se les puede llevar a tal entendimiento, raciocinio y cuestionamiento, la potente imagen, el enigmático discurso y el oscuro vinculo entre espíritus en esto llamado tierra.
(1) Aun Weon Samael, El libro de los muertos, pag. 7 (1968)
Por Ayax Byron
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